Una de las acciones que mejoran la vitalidad de tus piezas de metal, es el recubrimiento con pintura electrostática; este, requiere de un horno continuo industrial para poder realizar producciones amplias, incrementar la calidad, y bajar el consumo de energía.
¿Qué es el horno continuo?
El horno continuo industrial está diseñado para que las piezas o elementos pasen a través de un transportador, y pasen por diferentes fases, en las cuales se llega a la aplicación de pintura electroestática tras un proceso previo de cocción del metal, o de fundición de sus partes, qué es lo que comúnmente se realiza en este tipo de hornos.
Los elementos se cuelgan en el horno, lo que ayuda a que cuando entran a la parte de pintura, estos puedan ser cargados por la energía y se les adhiera la pintura de forma adecuada.
Ventajas de trabajar la pintura electrostática en un horno continuo industrial
En general, no solo en cuestión a la pintura, el trabajar a partir de un horno continuo brinda una larga serie de beneficios; principalmente se trata de un ahorro de energía cuando se trabajan grandes producciones, y de una facilidad de realización del trabajo.
Entre los puntos que mayor ventaja tienen al utilizar este equipo, están:
- Eficiencia y agilidad en grandes producciones.
- Reducción de los elementos de ampliación pues se convierten en procesos semiautomáticos.
- Existe una mayor calidad y un trabajo con mayor homogeneidad.
- Reducción clara en recursos.
¿Cómo funciona un horno continuo industrial para pintura electrostática?
El horno continuo industrial trabaja a partir de un circuito, en donde se coloca la pieza, se limpia y se realizan una serie de tratamientos a la pieza según se quiera el resultado; posterior a esto se seca en su totalidad y pasa a la cabina de pintado, donde se realiza este proceso.
Todo esto se realiza en espacios cerrados, algo similar a una máquina tipo almacén, donde se pueden realizar de manera continua y sin tener que cambiar de sitio, todos los pasos.
En cuanto a la impregnación de la pintura, esta se realiza en una cabina, la cual evitará que se formen nubes de polvo de colores por el pigmento utilizado y donde además se evitará la merma extensa por espacios abiertos o con gran interior.
Una vez que se ha pintado, la pieza pasa a un horno de curado; esto para secar en su totalidad la pintura, lo que ayudará a que se cree una capa seca bien adherida al metal. Evidentemente después de este paso, se debe dejar enfriar la pieza para su revisión de calidad, y por consiguiente desmontarla y entregarla al cliente.
Básicamente, este es el funcionamiento de un horno continuo industrial.
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