La soldadura por puntos tiene características peculiares en el proceso de realización. En este artículo te explicamos parte del proceso que se sigue para obtener el resultado de soldadura según la técnica que marca este tipo.
La soldadura de puntos es uno de los tipos más utilizados entre las soldaduras eléctricas o por resistencia. Este tipo de soldadura requiere de una máquina que cuenta con dos electrodos que generan presión frente al material que se desea soldar.
El proceso de soldeo resulta simple ya que se tienen los electrodos encontrados de manera vertical, entre estos se coloca la pieza metálica a soldar y se realiza la descarga de corriente para realizar el proceso.
Es importante mencionar que los electrodos no deben tocarse entre sí, simplemente trabajar a la par en una posición paralela para que la presión pueda ser efectuada de la manera adecuada y la soldadura se realice a la perfección.
Los electrodos recibirán corriente a través de un transformador el cual está montado en la parte trasera de la máquina de soldar por puntos; este se conecta con soportes a los electrodos, los cuales modifican su separación, según el grosor de los materiales.
Este tipo de soldadura se puede aplicar en procesos pequeños, como en ortodoncias y soldadura de baterías (pilas), así como en soldadura de partes aeronáuticas. El daño físico que pueden realizar a las piezas sucede por fallas en la ejecución de presión, haciendo que el material se doble o tenga grietas.
Proceso de soldadura
El proceso de soldeo se aplica a partir del efecto Joule, el cual tiene una ecuación que es Q = I^2 R t, esto se interpreta como que la cantidad de calor generado es igual a la intensidad de la corriente de soldadura al cuadrado por la resistencia eléctrica de la unión al soldar por el tiempo durante el cual circula la corriente.
Esto quiere decir que, se aprovecha la energía que es ejercida a determinada presión para en una cantidad de tiempo para realizar la unión de las partes.
Dentro de la efectuación del proceso se debe tomar en cuenta la intensidad para tener un calor final. A partir de esta se podrá producir una soldadura rápida o lenta; si se requiere un soldado rápido se debe tener mayor intensidad y menor tiempo de ejecución, y de manera contraria para un proceso lento.
El valor resistencia influye a su vez de manera directa en la cantidad de calor generado; pues a mayor conductividad eléctrica menor es la resistencia del paso de la corriente.
Debido a esto la soldadura debe comenzar con una presión baja para tener una intensidad moderada; esta presión debe ser suficiente para un primer contacto entre las placas metálicas haciendo que la unión entre ellas se comience a generar.
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